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Las víctimas de violencia sexual en conflictos merecen apoyo para reconstruir su vida con dignidad

Sobrevivientes de violencia sexual hablan de su experiencia en una asociación de derechos de las mujeres en Mogadishu, Somalia.
ONU/Fardowsa Hussein
Sobrevivientes de violencia sexual hablan de su experiencia en una asociación de derechos de las mujeres en Mogadishu, Somalia.
La violencia sexual se utiliza sistemáticamente como arma de guerra y represión política, afirma el más reciente informe de la ONU sobre el tema, que verificó miles de denuncias de abusos contra mujeres, niñas, hombres y niños en 21 países. La publicación advierte de patrones de violencia sexual en los territorios palestinos ocupados por parte Israel y por Rusia en Ucrania.

En 2024, agentes estatales y no estatales perpetraron violencia sexual como táctica de guerra, tortura, terrorismo y represión política contra más de 4600 personas, un aumento del 25% con respecto a los casos documentados en 2023, indica el informe anual del Secretario General de la ONU sobre Violencia Sexual en Conflictos.

El estudio publicado este jueves aclara que si bien las cifras son escandalosas, reflejan solamente los casos verificados por la ONU en 21 países, mientras que existen denuncias en lugares como Ucrania y los territorios palestinos ocupados que no ha podido comprobar debido a la denegación de acceso a los observadores.

Las mujeres y niñas con las principales víctimas

La República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Haití, Somalia y Sudán del Sur registran el mayor número de casos verificados, y muestran que aunque las mujeres y niñas constituyen el 92% de las víctimas, el flagelo se extiende a hombres y niños, personas con diversas orientaciones sexuales o identidades de género, minorías raciales y étnicas, y personas con discapacidad, de entre uno y 75 años.

En muchas ocasiones, los violadores ejecutan sumariamente a las víctimas después de abusar de ellas.

El trauma continúa

Para los sobrevivientes, el trauma no termina ahí, ya que el estigma arraigado en normas sociales nocivas, provoca su exclusión socioeconómica y empobrecimiento, además de la de sus hijos, a menudo producto de violaciones en tiempos de guerra.

El informe señala un incremento preocupante de la violencia sexual contra personas detenidas, donde ese atropello se usa como instrumento de tortura, humillación y extracción de información. Los hombres y niños fueron los más afectados en estos casos, pero las mujeres y niñas también fueron blanco de ataques.

Factores que exacerban el riesgo

Los grupos armados no estatales perpetraron estos crímenes para reforzar el control sobre el territorio y los recursos, e imponer ideologías extremistas. La amplia disponibilidad de armas pequeñas, los desplazamientos masivos y la inseguridad alimentaria se citaron como factores que aumentaron aún más los riesgos.

Estos factores exacerban la exposición, sobre todo de mujeres y niñas, a un mayor peligro de violencia sexual, apunta el documento.

El informe enumera a 63 actores estatales y no estatales incluidos en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU, con sospechas creíbles de seguir patrones de violencia sexual en conflictos armados.

En este sentido, recomienda involucrar a los comités de sanciones del Consejo de Seguridad para perseguir a los perpetradores persistentes, señalando que la violencia sexual y de género ahora es explícitamente sancionable en virtud del régimen antiterrorista del Consejo contra Daesh y Al-Qaeda.

Nuevos integrantes de la lista de perpetradores

El informe incluyó recientemente en su lista de perpetradores a un grupo armado en la República Democrática del Congo, que cometió una violación masiva en 2024, y a dos actores estatales libios.

Hamas también entró a la lista con información verificada por la ONU en 2024, que marcó motivos razonables para pensar que algunos rehenes llevados a Gaza sufrieron violencia sexual durante su cautiverio, e información convincente de que hubo ese tipo de agresión en los ataques del 7 de octubre de 2023 al sur de Israel.

Advertencia a Israel y Rusia

Este año por primera vez, la publicación coloca bajo aviso a las partes sobre su posible inclusión en el siguiente informe anual. Israel y Rusia, son dos de los advertidos.

“Dada la gran preocupación suscitada por los patrones de violencia sexual perpetrados por las fuerzas armadas y de seguridad israelíes, así como por las fuerzas rusas y sus afiliados, se ha notificado a estas partes de su posible inclusión en el próximo periodo de presentación de informes”, apuntó la Oficina de la representante especial.

Las víctimas precisan mucho más que la solidaridad

Una vez más, la ONU instó a todas las partes a tomar medidas claras que prohíban la violencia sexual, garanticen la rendición de cuentas y permitan el acceso sin trabas de los observadores y agencias de las Naciones Unidas para la supervisión y la prestación de servicios.

“La promesa expresada por el Consejo de Seguridad en sus seis resoluciones específicas sobre la violencia sexual relacionada con los conflictos es la prevención”, sostuvo Pramila Patten, la representante especial para este tema.

Para concluir, la enviada hizo hincapié en que las víctimas requieren mucho más que la solidaridad. “Les debemos una vida digna y una acción efectiva y decisiva para prevenir y erradicar estos crímenes”, enfatizó Patten.