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Las mujeres han sido borradas de la vida pública en Afganistán

Una mujer afgana ayuda a su hermana pequeña a estudiar en su casa.
© UNICEF/Amin Meerzad
Una mujer afgana ayuda a su hermana pequeña a estudiar en su casa.
Las restricciones que han despojado a mujeres y niñas de sus garantías fundamentales se mantienen y agudizan a cuatro años del regreso de los talibanes al poder. En tanto, más de dos millones de afganos vuelven a su país en lo que va del año, agravando la crisis humanitaria que afecta a la mayoría de la población.

Cuatro años después de que el Talibán retomara el poder en Afganistán, las afganas sufren la crisis de derechos de las mujeres más grave del mundo, alertó este lunes ONUMujeres, aludiendo a la continua ola de restricciones que ha despojado a mujeres y niñas de sus garantías fundamentales.

Afganistán está más cerca que nunca de consolidar una visión de sociedad que borra por completo a las mujeres de la vida pública, añadió la entidad de la ONU.

Las niñas tienen prohibido asistir a la escuela a partir de los trece años, las mujeres están vetadas de la mayoría de los trabajos y de la vida política, y en muchas regiones no pueden salir a la calle sin la compañía de un hombre. La mayoría, incluso, ha perdido la capacidad de tomar decisiones dentro de sus propios hogares.

Además, las prohibiciones para que las mujeres estudien medicina y la restricción de recibir atención médica de doctores varones, sumadas a recortes de ayuda internacional, han provocado una crisis sanitaria para las mujeres.

Como resultado, la mortalidad materna está aumentando, los matrimonios infantiles se disparan y la violencia contra las mujeres crece sin control.

El país ocupa el segundo lugar en el mundo con la brecha de género más amplia y las crisis humanitarias superpuestas y una pobreza generalizada afectan desproporcionadamente a mujeres y niñas, apuntó ONUMujeres.

Impacto de los retornos masivos

Por su parte, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) advirtió de la situación crítica en las fronteras afganas, con más de dos millones de retornados -incluidos 500.000 niños-, en la que va del año.

Los afganos regresan a su país desde Afganistán, Irán, Pakistán y otras naciones de Asia Central. Solo el 4 de julio cruzaron los puntos fronterizos 50.000 personas.

En su cuarta visita al país, el director de Acción Humanitaria de UNICEF recorrió centros de recepción en Islam Qala y Herat, y programas educativos en Kunduz.

Tras ese viaje, Ted Chaiban señaló que, pese a que hay una mejoría en el acceso para las agencias humanitarias, la situación sigue siendo alarmante, especialmente para las niñas.

“La educación en Afganistán sigue siendo un tema crítico, particularmente para las adolescentes, quienes no pueden asistir a la escuela más allá del sexto grado. Esto afecta no solo a las niñas, sino a toda la sociedad. Con la prohibición actual, muchas jóvenes ven truncadas sus aspiraciones, como una futura médica que conocimos, que se quedó a pocos meses de terminar sus estudios cuando se le prohibió continuar”, expuso Chaiban.

UNICEF ha implementado clases aceleradas para que las niñas puedan completar la educación primaria, pero el acceso a la secundaria y universidad sigue vedado para la mayoría.

Preocupación por el futuro de los retornados

La agencia expresó preocupación por el bienestar de las familias que regresan, muchas veces de manera abrupta y en condiciones precarias. Las comunidades que los reciben ya están debilitadas por décadas de conflicto, una economía frágil y una sequía persistente. Se estima que más de la mitad de la población afgana necesita ayuda humanitaria urgente.

En julio, UNICEF brindó apoyo a más de 6000 niños no acompañados o separados, ayudándolos a reunirse con sus familias. Sin embargo, el volumen de retornados está superando la capacidad de respuesta.

El organismo urgió a adoptar un enfoque de repatriación sistematizado y por fases, que garantice seguridad, dignidad y acceso continuo a servicios esenciales.

El mundo debe actuar ahora

ONU Mujeres instó a la comunidad internacional a no guardar silencio ni mirar hacia otro lado. “El mundo debe actuar ahora, no solo para atender necesidades urgentes, sino para apoyar a las mujeres afganas a construir el futuro de una generación con igualdad de derechos para todas”, apuntó el organismo, y llamó a escuchar y difundir la situación de las mujeres en Afganistán, y a financiar las operaciones diseñadas para asistirlas.

UNICEF, en tanto, pidió un diálogo entre Afganistán, Irán y Pakistán para coordinar mejor los retornos y apeló a los donantes internacionales a respaldar las acciones humanitarias tanto en los puntos de recepción como en los lugares de reasentamiento.