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La gente de Yemen necesita la acción del Consejo de Seguridad y de los donantes internacionales

La población de Aslam, en el oeste de Yemen, recibe ayuda alimentaria en un puesto de distribución del PMA.
© PMA/Riad Al-Qadmi
La población de Aslam, en el oeste de Yemen, recibe ayuda alimentaria en un puesto de distribución del PMA.
La actuación del órgano resolutivo es decisiva: su capacidad para movilizar a la comunidad internacional, garantizar el respeto al derecho humanitario y respaldar soluciones políticas marcará el rumbo de millones de vidas en Yemen, asegura el responsable de la ayuda de emergencia de la ONU.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios subrayó este martes la urgencia de avanzar hacia una solución política al conflicto en Yemen y pidió una acción decidida por parte del Consejo de Seguridad y los donantes internacionales.

En una sesión del máximo órgano resolutivo sobre la situación humanitaria en ese país árabe, Tom Fletcher expuso la grave realidad que afrontan los yemenitas a causa de la violencia y la falta de los bienes más básicos para vivir.

“La solución política sigue siendo el único camino hacia un futuro mejor para el pueblo de Yemen. Cada día sin avances prolonga el sufrimiento de millones de personas”, afirmó Fletcher.

Hambre, desnutrición y violencia de género

Para sostener su aseveración, indicó que más de 17 millones de yemenitas sufren hambre, una cifra que podría superar los 18 millones en septiembre. Además, más de un millón de niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda severa, lo que podría derivar en daños permanentes en su desarrollo físico y cognitivo.

Fletcher advirtió que el deterioro de la seguridad alimentaria y de los servicios básicos se produce en un contexto de reducción drástica de financiamiento internacional, lo que limita la capacidad de las agencias humanitarias para atender a las personas más vulnerables.

La escasez de fondos también afecta de forma crítica los servicios de salud y protección, sobre todo para los 6,2 millones de mujeres y niñas expuestas a violencia de género.

“Ustedes han sido claros como Consejo: el derecho internacional humanitario no es opcional. Los civiles deben ser protegidos, y la infraestructura de la que dependen no debe ser atacada”, recordó a los miembros del órgano de seguridad de la ONU.

Algunos avances en medio de la crisis humanitaria

Pese a la gravedad de la crisis, Fletcher destacó algunos avances, entre los que se cuenta la mejora de la eficiencia en la entrega de ayuda.

También citó la reducción del 70% en los casos de cólera en comparación con el año pasado, gracias a campañas comunitarias de higiene y atención sanitaria dirigida.

Reportó asimismo que más de 650.000 niños con desnutrición moderada reciben tratamiento terapéutico.

Lo que hace falta

Fletcher hizo un llamado al Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional:

  1. Incrementar urgentemente el financiamiento para alimentos y nutrición
  2. Asegurar la liberación inmediata e incondicional del personal humanitario de la ONU y las ONG detenido
  3. Tomar medidas concretas para proteger a los civiles y trabajadores humanitarios, y garantizar el acceso a las poblaciones necesitadas

“La gente de Yemen continúa necesitando el apoyo de este Consejo, al igual que los trabajadores humanitarios que responden con tanto coraje y tenacidad”, concluyó.

Escalada en el Mar Rojo

En la arena política, el enviado especial de la ONU para Yemen, informó al Consejo de Seguridad de la escalada de violencia en el Mar Rojo, tras los ataques perpetrados esta semana por los hutíes contra dos buques comerciales, que provocaron la pérdida de vidas y heridos civiles, así como posibles daños ambientales.

Hans Grundberg sostuvo que debe salvaguardarse la libertad de navegación en el Mar Rojo y que la infraestructura civil nunca debe convertirse en blanco de un conflicto.

Sobre todo, “Yemen no debe verse arrastrado a una crisis regional que amenaza con agravar la ya extremadamente frágil situación del país”, advirtió.

Los ataques hutíes a las embarcaciones en el Mar Rojo empezaron con la guerra en Gaza y en las últimas semanas escalaron con los bombardeos israelíes y estadounidenses a Irán. La ONU ha advertido repetidamente del riesgo de una conflagración regional.

Una solución militar es una ilusión peligrosa

Al igual que Tom Fletcher, Grundberg abogó por una solución política al conflicto. 

Una solución militar sigue siendo una ilusión peligrosa que sólo empeoraría el sufrimiento”, puntualizó.

Del mismo modo, instó una vez más a la liberación incondicional e inmediata de todos los detenidos arbitrariamente, que incluyen personal de las Naciones Unidas, ONG nacionales e internacionales, organizaciones de la sociedad civil y misiones diplomáticas en Yemen.

Desde 2014, los rebeldes hutíes y el gobierno reconocido internacionalmente y apoyado por una coalición militar liderada por Arabia Saudita se enfrentan en un conflicto que ha arrastrado a toda la población a una situación humanitaria cada vez más grave.

Los hutíes tomaron el control de la capital, Saná, al comienzo de la guerra y luego extendieron su control al norte y al oeste del país, incluido el estratégico puerto de Hodeidah en el Mar Rojo. El gobierno, ahora con sede en Adén, controla partes del sur y el este del territorio.

A pesar de varias treguas parciales, los combates nunca han cesado por completo y las negociaciones bajo los auspicios de la ONU están luchando por alcanzar un acuerdo político integral.