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Colombia: las desapariciones forzadas se siguen usando como método de terror

Desplazados del Catatumbo llegan al Estadio General Santander de Cúcuta
ACNUR/Cortesía de Lucas Molet
Desplazados del Catatumbo llegan al Estadio General Santander de Cúcuta
A pesar de contar con los acuerdos de paz de 2016, este fenómeno continúa, tanto en el contexto de los conflictos armados como fuera de ellos. La desaparición forzada se utiliza como método de terror para controlar territorios. Existe una especial preocupación por las desapariciones vinculadas al reclutamiento forzado, en particular aquellas que afectan a niños y adolescentes. 

El Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada ha publicado este miércoles las conclusiones de su reciente visita a Colombia, en las que identifica ámbitos concretos de preocupación y ofrece una hoja de ruta para apoyar al país en la lucha contra las desapariciones forzadas.

En su informe, el Comité señaló que, a pesar de la firma de los acuerdos de paz en 2016, este fenómeno no ha terminado. Las desapariciones siguen ocurriendo a diario, tanto en el contexto de los conflictos armados como fuera de ellos, afectando a diversos grupos en todo el país, especialmente en regiones bajo el control de grupos armados no estatales y delincuenciales.

"La desaparición forzada se utilizó y se sigue utilizando como método de terror para controlar territorios", afirma el informe.

Además, la asistencia jurídica brindada a las víctimas para impulsar sus procesos sigue siendo muy limitada y no alcanza a responder a sus necesidades.

Miedo de ir a la escuela, “no sabemos si volverán”

Existe una especial preocupación por las desapariciones vinculadas al reclutamiento forzado, en particular las que afectan a niños, niñas y adolescentes, que son captados a través de redes sociales o fuera de las escuelas, y a veces, según alegaciones, con el apoyo o consentimiento de las autoridades.

"Nuestros hijos e hijas se van a la escuela por la mañana. No sabemos si volverán. Muchos han desaparecido", le dijo la madre de una joven desaparecida al Comité.

Las desapariciones durante operaciones militares de contrainsurgencia y de actos llevados a cabo para eliminar a supuestos "enemigos" internos ponen en peligro a personas defensoras de los derechos humanos, periodistas, líderes sociales y comunitarios, y personas LGBTIQ+.

Entre 121.768 y 210.000 en los últimos 50 años

La ausencia de un registro coordinado y estandarizado es un obstáculo importante, que dificulta los esfuerzos para establecer estrategias de búsqueda e investigación adaptadas, y proporcionar reparación a las familias.

Además, la falta de datos fiables y unificados sobre el número de personas desaparecidas en el país presenta un problema, cifras comunicadas durante la visita oscilan entre 121.768 y 210.000 personas desaparecidas desde 1958 al 2016, mientras que se sabe que muchos casos siguen sin denunciarse.

Reforzar los mecanismos de búsqueda, investigación y prosecución

"La adopción de una política de Estado integral para prevenir las desapariciones es una necesidad impostergable”, declaró el Comité.

“Esta política debe atender y combatir las causas de las desapariciones, en especial las desapariciones forzadas, apuntar a su no repetición y ser sostenible".

Para hacer frente a estos retos, el Comité urgió al país a reforzar sus mecanismos de búsqueda, investigación y prosecución, haciendo hincapié en la responsabilidad de las autoridades de actuar inmediatamente una vez que tienen conocimiento de que ha ocurrido una desaparición, incluso en ausencia de una denuncia formal.

Otro motivo de preocupación son las desapariciones en el contexto de la migración. El Comité recomendó una mayor coordinación entre Colombia y los países vecinos para rastrear y responder a las desapariciones de migrantes.

Asimismo, instó al país a garantizar que todas las víctimas de desapariciones forzadas, incluidas sus familias, sean reconocidas como tales y puedan acceder a la totalidad de sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación.