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La crisis financiera obliga a cerrar programas clave para los refugiados

Refugiados de Sudán llegan a Adre, en la frontera con Chad.
© ACNUR/Andrew McConnell
Refugiados de Sudán llegan a Adre, en la frontera con Chad.
La grave crisis financiera que enfrenta la agencia para los refugiados, agravada por la reducción de fondos de Estados Unidos, ha obligado al cierre de programas esenciales de asistencia en todo el mundo. Más de 17,4 millones de niños refugiados están en riesgo de sufrir violencia, abusos, explotación, trata o separación de sus familias. 

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), advirtió este viernes que los recortes de financiación están eliminando el apoyo fundamental a los refugiados más vulnerables del mundo, que ahora se enfrentan a mayores riesgos de violencia, peligro y muerte.

Esta decisión afecta sobre todo a los refugiados, que encuentran seguridad en países vecinos, y a sus comunidades de acogida, que ya están al límite de sus posibilidades.

La grave crisis financiera que enfrenta la Agencia, agravada por la reducción de fondos de Estados Unidos, ha obligado al cierre de programas esenciales de asistencia en todo el mundo.

Más de 17,4 millones de niños refugiados están en riesgo de sufrir violencia, abusos, explotación, trata o separación de sus familias. Sin respuestas de protección infantil oportunas y de calidad, esto tendrá consecuencias a largo plazo para su bienestar y desarrollo.

Niños y mujeres carecen de ayuda, dejándolos vulnerables

En Jordania, 200.000 mujeres y niños vulnerables carecen de ayuda debido al cierre de 63 programas humanitarios que prestaban apoyo especializado.

En toda África, diversos países se han visto afectados por el cierre de programas para prevenir la violencia contra las mujeres, dejando a las supervivientes de violencia y violaciones sin apoyo psicosocial, asistencia jurídica ni espacios seguros.

En Sudán del Sur, el 75% de los espacios de ACNUR para mujeres y niñas ya no ofrecen servicios, lo que deja a hasta 80.000 víctimas de violación o violencia sin atención médica, asistencia jurídica y apoyo económico.

Sin documentación, los refugiados tendrán dificultes para asentarse

En Colombia, la documentación de más de 500.000 venezolanos está en peligro; sin ésta, tendrán dificultades para asentarse, acceder a atención sanitaria, educación y empleo.

El apoyo de ACNUR al registro de nacimientos en zonas remotas de acogida de refugiados en la República Democrática del Congo se ha reducido drásticamente, dejando a más del 85% de los 14.000 niños refugiados centroafricanos y sursudaneses menores de cuatro años en riesgo de apatridia.

En Malí se ha suspendido el registro biométrico de 19.800 solicitantes de asilo, negándoles el reconocimiento legal y el acceso al trabajo o a los servicios públicos.

Obligados a regresar a sus hogares en condiciones peligrosas

En Siria, más de medio millón de refugiados han regresado a pesar de la inestabilidad actual, pero su reintegración sostenible depende de una mejor financiación.

En cambio, otros refugiados dispuestos a regresar voluntariamente se les ha negado esta oportunidad. Por ejemplo, 12.000 refugiados centroafricanos en Chad y Camerún deseosos de volver a casa se han quedado sin apoyo para hacerlo.

Retirada estadounidense del programa de reasentamiento

La retirada de Estados Unidos del programa de reasentamiento, tradicionalmente el mayor país receptor de refugiados, deja un vacío significativo que muestra la importancia de la “responsabilidad compartida”.

“La pérdida de ese programa de reasentamiento es un gran golpe para los refugiados en todo el mundo, y vemos un impacto significativo para las personas”, declaró Elizabeth Tan, directora de protección internacional.

“El reasentamiento es, por supuesto, una solución solo para un pequeño número, pero esa solución salva vidas y hemos visto a personas muy, muy angustiadas. Refugiados que tienen sensación de desesperanza”.